La correa de distribución es un elemento clave para el correcto funcionamiento de cualquier motor de combustión, ya sea diésel o gasolina.
Cambiar el aceite es una de las cosas más importantes que debes hacer para mantener en buen estado tu carro. El aceite es un elemento fundamental del vehículo y su control te permitirá mantenerlo de manera óptima. Renovar el aceite regularmente ayudará a que el motor funcione suavemente y pueda tener una vida útil más larga al mismo tiempo que se mejora su rendimiento.
El aceite de tu coche lubrica y hace funcionar las piezas internas del motor. Conforme se usa se va quemando y recogiendo partículas de suciedad mientras pierde las propiedades que permiten el buen funcionamiento al motor. Además, el filtro se bloquea con contaminantes, lo que puede llevar a un peor rendimiento y a un sobrecalentamiento del vehículo.
Según el fabricante y el tipo de aceite que utilice tu coche tendrás que cambiarlo desde cada 5.000 kilómetros recorridos hasta unos 30.000. Por eso, es recomendable que compruebes el manual de tu coche para saber cuál es su requerimiento concreto.
Cambio de aceite por tiempo
Como decíamos al inicio, hay fabricantes que recomiendan el cambio de aceite cada pocos meses y otros nos permiten alargarlo incluso a dos años. En ese sentido hay que tener en cuenta que, por ejemplo, no es lo mismo un motor de un vehículo deportivo que el de un coche más tranquilo, un turismo normal y corriente. Otro extremo es de los vehículos más antiguos.
El aceite de motor de un coche de muy altas prestaciones debe tener unas características específicas para lubricar correctamente a alta temperatura y con la mecánica girando por encima de las 8.000 revoluciones. Al tener un rendimiento tan alto, debe tener todas sus propiedades al 100 %, pues si no provocará una avería seria. Y es que, con el uso y el tiempo, el lubricante pierde su efectividad.
En un carro normal necesitamos un buen aceite, pero sus características son distintas y llevarán mejor el paso del tiempo que en el caso de los lubricantes para coches de altas prestaciones, con motores muy revolucionados.
En el caso de vehículos antiguos, cuando los motores eran bastante menos refinados que ahora y los aceites tenían una calidad a años luz de los actuales, no era extraño ver que algunos fabricantes recomendaran su cambio cada tres meses. Sí, había que hacer mínimo cuatro cambios de aceite al año. Claro que el precio del litro de aceite en aquellos tiempos era muy bajo y prácticamente cualquiera podía cambiarlo en su propia casa.
Si tenemos un carro antiguo de este tipo, podemos alargar un poco los plazos de tiempo. Ten en cuenta que las marcas de coches hacían sus recomendaciones en función de los aceites de la época, que eran realmente malos comparados con los actuales. Especialmente, los aceites modernos no pierden tanto sus prestaciones con los cambios de temperatura o el paso del tiempo. Es decir, si en un coche de los años 70 nos recomendaban cambiarlo cada seis meses, con un aceite actual podemos hacerlo una vez al año.
Cambio de aceite según combustible (diésel o gasolina)
Antiguamente había más distinciones entre las mecánicas diésel y gasolina. Aunque los motores diésel giran a menos revoluciones que los de gasolina, el combustible y los gases que se generaban en estas mecánicas hace tres o cuatro décadas eran mucho más contaminantes y sucias en los de gasoil. Las combustiones de los coches de gasolina eran bastante más limpias.
Sin embargo, cada vez los motores iban siendo más limpios y los aceites más eficaces. Para coches diésel se empezó a recurrir a los aceites semisintéticos antes que en los de gasolina, hablando siempre de gamas de modelos convencionales. La revisión era más cara, pero la frecuencia de sustitución era bastante similar. De igual modo ocurrió a comienzos del siglo XXI, pues los aceites sintéticos Long Life se empezaban a popularizar y se extendía su uso en los coches de gasoil, mientras que los de gasolina, dependiendo del modelo, usaban semisintéticos o sintéticos.
Cambio de aceite según tipo: sintético, semisintético y mineral (5W30 – 10W40 – 20W50)
Como hemos explicado, el cambio de aceite se debe hacer en función de la recomendación del fabricante, que variará siempre según el tipo de motor y el tipo de lubricante utilizado. En motores de turismos normales se suelen utilizar aceites sintéticos y semisintéticos.
Aceite sintético
Los aceites sintéticos son los que mejores prestaciones ofrecen, aunque también los más caros. La mayoría de coches nuevos equipan estos lubricantes, sobre todo cuando hablamos de coches con sobrealimentación y alta relación de compresión. Los más comunes son los 0W30 o 5W30, que tienen un buen funcionamiento prácticamente a cualquier temperatura. Su sustitución suele recomendarse cada dos años o 25.000 km como máximo (habiendo fabricantes que lo permiten hasta los 30.000). También se les conoce como Long Life.
Aceite semisintético
Por su parte, los semisintéticos son más bien propios de coches de hace una o dos décadas. De todos modos, lubricantes multigrado 10W40 (por ejemplo) también se utilizan en algunos coches urbanos actuales de bajas prestaciones. Son aceites intermedios entre el simple mineral y el cuidadoso sintético. Aproximadamente se deben sustituir cada año o cada 10.000 kilómetros, aunque hay fabricantes que lo alargan hasta los 15.000.
Aceite mineral
Para finalizar, encontramos los aceites minerales. En los coches modernos está en desuso; de hecho, hace tiempo que los turismos dejaron de utilizar estos aceites. Algunos modelos urbanos de finales de los 90 y principios de los 2000 sí lo utilizaban, pero eran una minoría. En esta última época habían sido mejorados y el cambio se recomendaba cada año y, en algunos casos, cada 8.000 kilómetros. Anteriormente había que sustituirlo cada seis meses o 5.000 kilómetros. Recuerdo que hace años en casa teníamos un utilitario que recomendaba el mineral 20W50, teniendo que sustituirlo cada 5.000 kilómetros o seis meses.
El filtro de aceite
El filtro de aceite es el encargado de recoger todas las impurezas o virutas que puedan existir en el interior del motor. Esas partículas se desplazan con el aceite y, cuando llegan al filtro, deben quedar atrapadas en él. Si te preguntas de donde vienen, la respuesta es que se generan de las fricciones internas entre las distintas partes de la mecánica.
Antiguamente la mayoría de fabricantes decían que era suficiente con sustituir el filtro de aceite cada dos cambios del lubricante. Es decir, si el aceite se cambiaba cada 5.000 kilómetros, el filtro se sustituía cada 10.000. Si el aceite se cambiaba cada seis meses, pues el filtro una vez al año.
Es cierto que los motores antiguos generaban más virutas porque había más desgastes, ya que el ajuste entre las piezas no era tan preciso como ahora. Pero claro, antes los plazos eran mucho más cortos que en la actualidad. Hoy en día, con los carros actuales debemos cambiar el filtro de aceite con cada renovación del lubricante. Al fin y al cabo estamos realizando este mantenimiento cada 20.000 o incluso 30.000 kilómetros. Además, tampoco es que sea un recambio caro.